20 de julio de 2009

El Sindrome de la simulación tozuda

Hoy, en nuestros interesantes estudios roleros, entraremos a analizar un magnífico hecho que de vez en cuando, acaece en ciertas partidas, el SST, o Síndrome de la Simulación Tozuda.

Esta es una manía o enfermedad que tienen ciertos masters de atenerse a las reglas al 100% en el 100% de los casos. Las reglas son sagradas, sí, pero la primera regla, es que puedes cambiar las reglas si viene bien a la partida.

Uno de los casos comunes a este respecto es el siguiente:

- Ataco al guardia por detrás, intentando que no hable.
- Vale, le atacas, tira.
- Wow, un crítico. Y toma piña.
- Vale, le das y le quitas la mitad de la vida, buen golpe. El tio sigue en pie, no obstante, y grita avisando.
- Pero si le he hecho el máximo daño que podía hacerle ¿Como lo dejo inconsciente si no?
- Haciendole más.

Frustración, desespero, ganas de pegarle un bocao en la cabeza al master. Eso es lo que sucede en este caso. El jugador quiere realizar una acción perfectamente realizable, pero las reglas no funcionan bien para ese tipo de acción. En lugar de usar el sentido común, el master usa las reglas tal cual y no tiene en cuenta la intención del jugador, ni que las reglas están "vacias" en ese sentido.

Veamos otro ejemplo.

- Pego un codazo a la ventana del coche para robar el movil que se han dejado en el asiento.
- Tira por fuerza.
- Vaya, he fallado, supongo que no lo consigo, vuelvo a golpear.
- No, no, solo puedes intentarlo una vez, no puedes repetir la tirada.
- No me jodas, que le pego otro codazo simplemente, es algo sencillo, codazo 1 no funciona, codazo 2.
- No, no, has fallado la tirada, debes buscar otra manera.
- Pues le pego una patada.
- Umm, vale.
- Vaya, otro fallo.
- Pues ya sabes.
- Pues ahora con la rodilla ...

¿Es ridículo verdad? Pues hay masters que entienden así las reglas. No se paran a pensar en qué están haciendo al aplicarlas. El jugador puede empezar a perder más tiempo en buscar rodeos para hacer las cosas, que en el motivo por el que realmente las hace, y eso no es bueno.

- ¡CON LA POLLA! ¡ROMPO EL CRISTAL CON LA POLLA!
- Anda, pifia, adivina qué... Has perdido el miembro viril.
- ¡A TOMAR POR CULO EL MOVIL! ¡LLAMO DESDE UNA CABINA A UNA AMBULANCIA!

Al final la partida va a acabar como el Rosario de la Aurora, y sí, podemos reirnos y pasarnoslo bien... hasta cierto punto. Llega un momento en que, al perder tanto sentido la partida, deja de ser creible.

Nunca olvideis una cosa chicos, para que la realidad funcione y sea creible, debe no solo ser bien simulada, además, debe parecerlo, aunque para ello haya que anular la parte de simulación.

Suspensión de la realidad, para parecer más real.

Recordad, si un tio dice: me emborracho, dejadlo coño, no lo hagais tirar resistencia. Pensad mejor en qué le va a pasar borracho, que en si va a conseguir estarlo o no.

1 comentario:

Eusebi dijo...

No hay que crear más obstáculos de los necesarios y que encima impidan el ritmo de la partida.

Como bien dices al final, más que aspirar a simular la realidad es mejor (?) mantener la verosimilitud. En las pelis de acción todos los coches explotan al chocar y los cristales se rompen de un codazo. Si estamos jugando una partida de acción porqué tenemos que limitarnos a una "realidad simulada" con unas reglas cuyos parámetros siguen siendo arbitrarios y con una relación con las leyes físicas más que cuestionable.