12 de mayo de 2009

Reinos, Argardia

Esta es la carta que recibió hace pocos días el Señor del Norte, en que se narran los desmanes que están llevando a cabo los Argardios desde el mar del norte. Parece que la ayuda del Norte a Dunia es un alto precio a pagar.

A Reol II, Señor del Norte,

su humilde siervo, el alcalde Jelhon de Valleleón, se entristece al comunicarle que hemos sido recientemente atacados por Argardios. Esos hijos de mala madre, con sus cuernos y sus barcos dracónidos, han arrasado ya varias aldeas, pasando a cuchillo a la mayoría de la población, y secuestrado mujeres y niñas.

Pido refuerzos en esta zona para poder contenerles, pues nuestras fuerzas se han demostrado insuficientes contra sus incursiones. Nunca se sabe por donde van a atacar, y parece que vengan a miles, cuando en realidad, yo diría que son pocas unidades, pero muy distribuidas e insistentes. Sus potentes hachas, y sus aspectos bestiales, con pieles de animales y tatuajes por todo el cuerpo, evocan en nuestras tropas un miedo irracional que no podemos controlar.

Su último atrevimiento fue quemar hasta las cenizas la Abadía de San Caler, lugar de peregrinaje muy importante, y que dejó cientos de bajas entre los fieles que allí estaban visitando los restos del santo. Creemos que, a pesar de la amenaza de la sombra desde el Sur, no debemos descuidar nuestras fronteras del Norte.

La falta de jóvenes que puedan llevar armas por el servicio que se está prestando en Dunia ha dejado esta zona en franca desprotección. Suplicamos, humildemente, que nuestro protector nos escuche y nos mande refuerzos de algún tipo.

Pese a que los Argardios se llaman a sí mismos los Hijos del Mar, creo que sería interesante tener una pequeña fuerza naval para poder parar sus barcos. También estamos empezando a enmurallar las poblaciones, en un intento de frenar los saqueos e incendios que hacen, pero mucho me temo que tardamos demasiado.

Pedimos, pues, ayuda a nuestro Señor, sea en forma de hombres, barcos o trabajadores de la piedra.

Humildemente, su siervo Jelhon.

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